Los detectives hacen negocio de la crisis

Los profesionales duplican en estos meses los casos de búsqueda de morosos

"A río revuelto, ganancia de pescadores". Este es el refrán que hacen suyo los detectives privados de la Comunitat Valenciana. La desaceleración económica no afecta a todos los sectores por igual. Ni mucho menos. Si bien es verdad que la mayor parte de los servicios ven con miedo cómo pierden clientes, para otros, en cambio, los tiempos de crisis se convierten en bonanza.

Los detectives de la región han detectado en los dos últimos meses cómo a sus oficinas no dejan de llegar nuevos casos en los que invertir su tiempo. "El trabajo en la búsqueda de bienes y morosos se ha duplicado en los dos últimos meses", revelan desde Detectives Rausa, la oficina del presidente del colegio, Luis Iglesias. Se trata de personas que en su día adquirieron deudas y ahora una vez la crisis ha estallado no pueden pagarlas.

"La mayor parte de estos encargos llegan desde el sector bancario, pero también desde empresas de cualquier tipo", explican desde esta agencia de detectives.

El incremento comenzó a notarse en abril, pero en mayo se ha disparado. "La gente se ha endeudado mucho y no puede cumplir con sus obligaciones", explican desde el órgano de representación de estos profesionales.

Similar incremento se ha producido en cuestiones como las solvencias fingidas, es decir, personas que presumen de un patrimonio que realmente no tienen o si lo tuvieron ya no les pertenece. "Esto se utiliza, por ejemplo, para entrar a ser socios de una empresa" o también cuando las firmas quieren comprobar qué garantías reales les ofrece un determinado cliente a la hora de abonar sus pedidos.

Para la búsqueda de morosos, aclaran que no todos los deudores deben dinero porque quieren, "el drama es que hay muchos que no pueden pagar". El procedimiento habitual de localización es más sencillo de lo que cabría suponer. "Consultamos datos accesibles al público, como guías y diferentes bases de datos como, por ejemplo, las de autónomos".

Y esto es lo que permite coger y estirar del hilo. "Localizas a padres o familiares y la persona que buscamos no tarda en aparecer", explica un experto en estos casos que prefiere conservar el anonimato. El éxito se logra en el 98% de estas búsquedas.

Además, las mismas fuentes añaden que lo que están haciendo actualmente los detectives es hacer personalmente el requerimiento de pago a los morosos. "Nosotros siempre aconsejamos que acudan al banco o la caja. Ellos siempre van a querer negociar porque lo que les interesa es cobrar", explica.

Además, en este sentido recordó que aunque un cliente deje de pagar una hipoteca y el banco venda luego la vivienda en una subasta, la deuda no queda saldada. "Tú le debes la diferencia de ese piso de por vida", alertó para posibles compradores que, en muchos casos, "desconocen esta condición".

Desde un despacho especializado en este tipo de casos alertan de que los casos se multiplicarán de nuevo en los próximos meses. "La situación está mucho peor de lo que cree la gente. En tiempos de bonanza todo el mundo se confía. Ahora ha llegado esta desaceleración y con ella la desconfianza. Y nosotros que estamos muy cerca de la calle sabemos la gravedad del nuevo panorama".

La vicepresidenta del órgano colegial, Elena Miralles, trabaja en la provincia de Alicante. El incremento del volumen de trabajo desde comienzos de este año ha sido notable. Exactamente en el mismo tipo de asuntos que avanza la oficina de Iglesias. Además, añade el caso de los fraudes a los seguros. "La gente ahora va más ahogada e intenta sacar dinero de donde sea", señala.

Y es que esta es otra de las posibilidades donde muchos intuyen un beneficio rápido o al menos en teoría fácil. De cualquier tipo, aunque el fraude se da con más frecuencia en los beneficiarios de pólizas de robo, salud o accidente.

Por ejemplo, la entidad de investigación cooperativa entre Entidades Aseguradoras (Icea) detectó en su último informe de 2006 que unos 4.000 valencianos habían intentado estafar de algún modo a sus clientes.