Quisieron engañar a la aseguradora, pero tendrán que pagar por ello

Jueves, 11 de Junio 2009
EFE
La Audiencia de Ciudad Real ha condenado a dos personas a once meses de prisión por tratar de estafar a una aseguradora para conseguir la invalidez permanente para uno de ellos, que había sufrido un accidente laboral leve.

Los condenados son el accidentado, Miguel G.T., y su esposa, María Encarnación P.G.C., que, según la Audiencia urdieron un plan para simular que el accidente, ocurrido el 19 de febrero de 2003, había causado al hombre un estado total de mutismo y aislamiento, de modo que sólo atendía a instrucciones de su mujer.

En realidad, la caída le había provocado un traumatismo cráneo-encefálico leve con desorientación y una herida inciso-contusa en zona occipital, sin requerir ingreso hospitalario, recibiendo tratamiento médico consistente en sutura y observación hospitalaria durante 8 horas.

El objetivo de los dos condenados era obtener una declaración de incapacidad laboral permanente absoluta que les permitiera acceder a los correspondientes derechos económicos a percibir pensión, consiguiendo un lucro ilícito.

Así, a instancias de la Mutua de Accidentes de Trabajo "FRATERNIDAD-MUPRESPA", fue sometido a múltiples pruebas sin hallazgos de lesión neurológica, pero en todo momento fingió encontrarse aislado y necesitar una tercera persona para su cuidado, de modo que el Instituto Nacional de la Seguridad Social declaró que su estado respondía al accidente de trabajo.

No obstante, en una resolución de enero de 2005, el Instituto Nacional de la Seguridad denegó la prestación de incapacidad permanente, por lo que la mujer interpuso una demanda en nombre y representación del acusado ante el Juzgado de lo Social de Ciudad Real, reclamando el reconocimiento judicial de la condición de gran invalidez y subsidiariamente incapacidad permanente absoluta con incremento del 50% por ayuda de tercera persona.

La demanda fue admitida a trámite por el Juzgado de lo Social nº3 Ciudad Real, con número de procedimiento 342/2005.

El problema que tuvieron es que, en el momento del juicio, celebrado en noviembre de 2006, la aseguradora aportó una grabación realizada por un detective privado en el que el acusado, en los días 26 y 27 de septiembre de 2006, aparecía llevando un régimen de vida plenamente activo.

Los acusados, que ya han procedido a indemnizar a la entidad FRATERNIDAD-MUPRESPA por los perjuicios causados, tendrán que pagar una multa de 1.050 euros cada uno.

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