Los detectives se adaptan a los tiempos

Las agencias gallegas se especializan en la investigación a los candidatos a ocupar puestos directivos en grandes compañías SANTIAGO

Las infidelidades, las bajas laborales simuladas y los intentos de engaño a aseguradoras han dejado de ser los casos más frecuentes para los investigadores privados. Los detectives de hoy en día se dedican, fundamentalmente, al contraespionaje industria, la investigación financiera y la lucha contra el fraude laboral.

Aunque no lo sepa, puede que alguien le vigile. No levante la vista de esta página para intentar descubrir a un extraño observándolo a través de un periódico agujereado, ni busque micrófonos ocultos en su mesa de trabajo, ni mire por el espejo retrovisor para intentar localizar un coche que le persigue a todas partes. Si quien hace el seguimiento es un detective profesional, es casi imposible que lo descubra.

Tampoco crea que usted no merece ser investigado porque nunca le ha puesto los cuernos a su pareja o jamás ha intentado simular un accidente para engañar a su aseguradora. No hace falta cometer un delito para ser objeto de seguimiento, basta con estar entre los candidatos a ocupar un puesto directivo en una compañía importante.

‘Los departamentos de recursos humanos de grandes empresas solicitan nuestros servicios para que realicemos un seguimiento de ejecutivos de alto nivel que piensan incorporar a su plantilla’, explica Armando González, presidentes de la Asociación Gallega de Detectives Privados. ‘Las grandes multinacionales quieren saber qué tipo de vida llevan las personas que van a situar en puestos de responsabilidad y nos encargan un informe sobre su vida nocturna, aficiones y actividades que la empresa puede considerar negativas’, añade un investigador ourensano.

Principales clientes Las empresas se han convertido en los principales clientes de las agencias de detectives, que deben estar preparadas para proporcionar a las compañías herramientas con las que enfrentarse a agresiones, internas y externas. ‘Cada vez es más habitual que empresas extranjeras soliciten informes sobre la situación económica de compañías gallegas en las que pueden estar interesadas’, añade Manuel Burgos, investigador y profesor de Ciencias Policiales y Detective Privado de la Universidad de Vigo. ‘También demandan información sobre los directivos, su vida familiar y su comportamiento fuera de la oficina’.

Más de la mitad del trabajo de las principales agencias se centra en asuntos laborales, comerciales y financieros: contraespionaje, análisis de mercado, situaciones de riesgo o blindajes frente a la competencia. En un clima de alta competitividad, cada vez son más las empresas que solicitan una cobertura de seguridad para sus productos de manera que nadie pueda acceder a ellos.

‘Los casos más habituales en nuestro despacho son los del grupo empresarial. Analizamos información económica, realiza mos investigación financiera, nos encargamos de la protección de sistemas informáticos y emitimos informes previos a operaciones de compra o fusión’, apunta Armando González.

Sorteando la crisis

La crisis económica también influye en la actividad del sector, aunque el presidente de la asociación gallega de detectives asegura que siempre hay trabajo. ‘En épocas de bonanza económica la gente se puede permitir el gasto de contratar a un investigador, mientras que en tiempos de crisis aumenta la conflictividad y eso provoca una mayor demanda de nuestros servicios’.

Casos no les faltan; la mayoría de las agencias aseguran tener trabajo, como mínimo, para las próximas tres semanas, pero hay despachos que tienen cubiertos los próximos dos meses.

Además de las empresas, las compañías de seguros recurren cada vez más a los detectives para que investiguen casos de supuesto fraude. ‘Al haber crisis económica, la gente se las ingenia para buscar soluciones a sus problemas’, indica un detective que prefiere mantener el anonimato. La investigación mercantil destapa casos casi todos los días. ‘Hay empresarios que se declaran insolventes y crean una nueva compañía a nombre de un familiar o un amigo, conservando la misma cartera de clientes y utilizando los mismos vehículos. Las mutuas y las empresas a la que le deben dinero nos contratan para que consigamos pruebas y puedan llevar el caso ante un juez’.

Aumentan los casos de trabajadores que intentan prolongar bajas injustificadamente o pretenden fingir accidentes de tráfico. ‘Nos hemos encontrado una persona con tres partes de lesión diferentes en cuestión de días. Intentaba aprovechar la descoordinación existente entre los juzgados para cometer un fraude’.