Siguiendo el rastro a los deudores

Por fin encuentro un artículo en el que no se dice que los detectives se están forrando con la crisis.

Publicado en Diari de Tarragona:

Siguiendo el rastro a los deudores

Los detectives privados se están especializando en la localización de morosos y estafadores. Los casos relacionados con impagos o fraudes han aumentado a causa de la coyuntura económicaJavier Díaz - Tarragona - 12/04/2009 19:55 Comentarios 0 | Compartir

Pasan desapercibidos. Siguen la pista de los ‘delincuentes’ con sigilo. Están ocultos en cualquier rincón: tomando un café en la mesa de al lado, leyendo el periódico en el parque, doblando la esquina... Los detectives privados se las ingenian para conseguir pruebas sin levantar sospechas. Son unos profesionales de la investigación. Forjados a base de perseguir a maridos y esposas infieles, ahora se están especializando en la búsqueda de morosos y estafadores.
«Los casos relacionados con separaciones o divorcios matrimoniales han disminuido. En cambio, hemos notado un incremento de clientes que nos contratan para que busquemos a deudores. Los casos derivados de la mala situación económica actual han crecido en torno a un 20%», explica Jordi Briñol, vicepresidente del Col·legi Oficial de Detectius Privats de Catalunya. No obstante, el trabajo de los detectives no ha aumentado con la crisis, sino que se ha producido «un cambio en la tipología de nuestros servicios».
En esta línea, Josep Planelles, responsable de la agencia Logik Team, en Tarragona, señala que «lo que más se nos está demandado ahora son localizaciones de personas que deben dinero o búsquedas de patrimonio para proceder a embargos. Los temas de índole laboral o familiar han descendido un 50% aproximadamente. Eso sí, el tipo de trabajo varía en función del mes o la época del año. En Tarragona, por ejemplo, la conflictividad en el ramo de la hostelería crece en los periodos vacacionales».
Los casos de bajas laborales fraudulentas –que han aumentando progresivamente– son uno de los quebraderos de cabeza de los empresarios. «Cuando comenzó la crisis se produjo un descenso de las bajas porque la gente tenía miedo a perder su puesto de trabajo, pero a medida que pasan los meses aumentan los casos de fraude de este tipo: personas que perciben la baja y al mismo tiempo trabajan en otro sitio...», comenta el vicepresidente del Col·legi de Detectius Privats de Catalunya.
Las empresas, sobre todo del sector de la construcción, se han convertido en los principales clientes de las agencias de detectives privados. «Ha aumentado la demanda por parte de las empresas que tienen conflictos económicos por resolver. Los particulares, salvo que sea un asunto de primera necesidad, están demorando su decisión de contratar a un detective», comenta Briñol.
Los inversores también acuden con frecuencia a los detectives privados para conocer de primera mano la solvencia de las empresas donde se juegan su dinero. «La gente es ahora más precavida. Las familias que contratan a personal de servicio doméstico, por ejemplo, antes se fiaban de las referencias pero ahora quieren saber muy bien a quién meten en casa. Nos piden que investiguemos su historial para ver si hay irregularidades, problemas por mala conducta...», afirma José María Oiver, director general de la agencia Oliver Detectius, en Tarragona, y presidente de la Asociación de detectives privados de Catalunya.
El sector de los detectives tampoco escapa de la coyuntura económica. «Estamos exactamente igual que los bares, los restaurantes... Ahora tenemos que trabajar en el doble de casos para ganar el mismo dinero que antes», indica Oliver. Los honorarios de los detectives privados varían en función del caso, pero un día de servicio puede llegar a costar 600 euros, según explica un representante de la agencia Peman, en Tarragona.
Peman coincide con Oliver en que, a pesar de estar afectado por la crisis, «la previsiones del sector de los detectives privados son buenas y posiblemente a finales de este año o principios del que viene habrá un repunte de la actividad. Ya estamos notando que, a partir de esta primavera, la situación no es tan caótica como hace cinco o seis meses. Empezamos a tener un poco más de actividad».

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